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Investigadora del CONICET sumará sus datos del Triásico a un estudio internacional sobre cambio climático.

La investigación se enmarca en el campo del paleoclima, que intenta reconstruir climas del pasado para entender lo que está sucediendo hoy en el planeta, con hechos drásticos como la sequía que afecta con mucha fuerza a San Juan, el calentamiento global, el derretimiento de los glaciares y las grandes inundaciones de ciudades costeras.


Somos como dinosaurios a punto de extinguirnos, pero con conciencia y con la posibilidad de evitarlo", sentencia la sanjuanina Carina Colombi. Es más o menos la premisa que la hará volar el próximo viernes a EEUU, a una reunión de científicos de varios países que participan del Proyecto Paleoclimático Internacional, el mayor y más avanzado estudio que hay actualmente en todo el mundo sobre cambio climático, financiado por el Gobierno de EEUU.

Colombi, doctora en Ciencias Geológicas e investigadora del CONICET y de la UNSJ, aterrizará en ese workshop en Idaho siendo la única representante de Sudamérica en el proyecto. Y llevará bajo el brazo información clave para saber cómo era el clima en el planeta hace más de 200 millones de años, gracias a sus estudios paleoclimáticos realizados en el suelo y las plantas momificadas de Ischigualasto.

"Lo que se está haciendo es aunar un modelo lo más certero posible, que demuestre y explique desde la ciencia qué está pasando hoy con el clima y qué puede llegar a pasar si no empezamos a cambiar ya mismo", explica la sanjuanina, responsable de aportar la información sobre el violento cambio climático que hubo en el periodo Triásico y que llevó a la extinción de la mayoría de las especies que había en ese momento.

Los datos que sumará la investigadora sanjuanina fueron obtenidos con años de estudio en el Valle de la Luna. Básicamente, analizó los restos de carbono alojados en las rocas del suelo, que quedaron encapsulados en pequeños nódulos blancos que se notan a simple vista; y también utilizó las plantas momificadas en el mismo lugar, cuyos "estómagos", que son poros también visibles, dan cuenta de cuánto respiraban esas plantas en aquel periodo geológico y, en consecuencia, cuánto carbono había en el ambiente. Procesados los datos del carbono, es que Colombi llega a la conclusión de qué temperaturas había en el Triásico.

"Yo me centro en el Triásico porque muchas veces los cambios climáticos abruptos son los responsables de extinciones y apariciones de nuevas especies en la Tierra -apunta Colombi-. Antes se relacionaba estos eventos con caídas de meteoritos y factores así, pero hoy todo indica que esas extinciones de especies, como pasó con los dinosaurios, se debieron fundamentalmente al cambio climático, producto de sucesos naturales como grandes erupciones de volcanes".

Toda esta investigación se enmarca en el campo del paleoclima, que intenta reconstruir climas del pasado para entender lo que está sucediendo hoy en el planeta, con hechos drásticos como la sequía que afecta con mucha fuerza a San Juan, el calentamiento global, el derretimiento de los glaciares y las grandes inundaciones de ciudades costeras.

Por eso el Proyecto Paleoclimático Internacional sienta en la misma mesa a las mentes más brillantes del área en todo el mundo, con la meta de unir sus estudios y sacar en limpio una curva única de temperatura ambiental desde millones de años atrás hasta la actualidad, que permita además construir una proyección lo más certera posible en base a sus indicadores, tanto directos como indirectos, tal como son los obtenidos en Ischigualasto.

Una vez obtenida una nueva metodología estándar de estudio y concluído el proyecto, seguirá una etapa tal vez más complicada incluso que la científica: convencer a los gobiernos del mundo, evidencia en mano, de que urge tomar medidas para revertir todo lo revertible desde lo humano en el actual cambio climático.

Como dato ilustrativo, Colombi revela que "según las mediciones más nuevas, hoy la temperatura media del planeta es de 14 grados, y en medio siglo más llegaría a los 16 grados. Es una suba muy pronunciada en muy poco tiempo. Es dramático porque supondrá la extinción de muchas especies, ya que incluso los mares se calentarían y empezarían a devolver carbono al ambiente, en lugar de absorberlo, tal como sucedió con las grandes extinciones en los periodos geológicos anteriores".

La sanjuanina reconoce la alarma: más allá de los ciclos propios del clima, vinculados a la órbita de la Tierra alrededor del Sol y que se dan cada miles o millones de años, "este cambio climático se está acelerando drásticamente por la acción humana, así que tenemos la responsabilidad de hacer algo".

Fuente: Diario de Cuyo