En ese tiempo, la Tierra estaba dominada por una única masa continental conocida como Pangea, que comenzaba su proceso de fragmentación para dar formar los continentes actuales. Esta fragmentación inicial creó extensos valles de rift que atravesaban el supercontinente, desde el norte de Sudamérica hasta Europa central, pasando por el este de Estados Unidos y el noroeste de África. Estos valles, producto del rifting y el hundimiento de la corteza, se convirtieron en sitios ideales para el establecimiento de grandes lagos y sistemas fluviales.
Hoy, podemos observar un escenario similar en el Gran Valle del Rift de África Oriental, donde la fractura de la Placa Africana ha generado depresiones tectónicas ocupadas por lagos y ríos alargados y estrechos. Este fenómeno refleja la morfología del rift, que se extiende más de 3000 km en el continente africano, desde Mozambique hasta Etiopía.
Esta investigación demuestra que la distribución de los camarones almeja durante el Noriano (Triásico Tardío) seguía la morfología de estas antiguas cuencas de rift. Los grandes sistemas lacustres permitieron la movilización y dispersión de estos invertebrados a lo largo de extensos valles, facilitando su propagación por vastas distancias. Al mismo tiempo, estos valles actuaron como barreras paleobiogeográficas, creando un provincialismo en esta fauna respecto a otras áreas de Pangea.
Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Scientific Reports de Springer-Nature bajo el título "Dispersal of Late Triassic clam shrimps across Pangea linking northwestern Gondwana and central Pangea rift basins" (Doi: 10.1038/s41598-024-66015-y), tienen
implicancias significativas para comprender la evolución de la vida acuática en los sistemas continentales del pasado geológico de la Tierra.
El estudio fue liderado por el geólogo colombiano Carlos M. Alarcón Gómez, doctorando en la Universidad Nacional de San Juan con una beca del CONICET. Su investigación se enfoca en los registros sedimentarios del Triásico Superior de los Andes del norte en Colombia, comparándolos con unidades coetáneas de Argentina. El equipo de trabajo incluye a la Dra. Carina Colombi y el Dr. Juan Drovandi del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan (GIGEOBIO), y a los Drs. Oscar F. Gallego y Mateo D. Monferran del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL-CONICET-UNNE) y del Área Cs. de la Tierra de la Facultad de Cs. Exactas y Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste en Corrientes.
Este hallazgo no solo amplía nuestro conocimiento sobre la biogeografía del pasado, sino que también proporciona valiosa información sobre cómo los sistemas de rift influenciaron la distribución y evolución de las especies acuáticas en el Mesozoico.