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Investigadores del CONICET y del INTA crearon un método para ayudar con el riego a los agricultores

Se trata de  un grupo de investigadores que reúnen información desde hace una década,  para poder entrelazar nuevas tecnologías con el trabajo diario del campo, a un bajo costo para los productores.


La agricultura es una actividad vital para la alimentación humana. Tiene un impacto significativo en la economía, el medio ambiente y la sociedad. Sin embargo, también enfrenta varios retos importantes como eventos climáticos extremos y por sobre todas las cosas, en San Juan, la escasez de agua.

Con esto en mente, ingenieros del Instituto de Automática de la Facultad de Ingeniería, investigadores del CONICET y del INTA, se unieron para aplicar sus conocimientos e intentar ayudar a los agricultores.

“Somos un grupo de investigadores que venimos trabajando en riego de precisión desde hace aproximadamente 10 años. En un principio desarrollamos algunas tecnologías como sensores de humedad de suelo, estaciones meteorológicas y algunas otras series de tecnologías para apoyar lo que en ese momento era el boom de los riegos por goteo. En los últimos años, las distintas tecnologías se han ido desplegando y desarrollando exponencialmente. Por eso fuimos también mejorando esos primeros desarrollos y eso nos permitió hoy en día poder brindarles un nuevo servicio a los productores locales”, señaló a Diario La Provincia SJ, Flavio Capraro, representante ejecutivo del proyecto.

La tecnología al servicio de la agricultura

Así surgió Riego Preciso, un emprendimiento en el que trabajan además Pedro Campillo como responsable técnico y Andrés Lage a cargo de la vinculación tecnológica, todos miembros del Instituto de Automática, la UNSJ y el CONICET. “Es un servicio que tiene dos columnas, una es el asesoramiento a los regantes para que ellos puedan, con la tecnología de riego que ya tienen, mejorar la performance. Generalmente, el criterio que ha habido acá en San Juan más que todo en el pequeño y mediano productores es decir: yo me compro un sistema de riego por goteo y con eso mágicamente soluciono todo mi problema de agua. En términos reales no es cierto, porque se puede regar tan mal y derrochar tanta agua como si no lo tuvieras”, agregó el investigador.

Además de la recomendación de riego, respondiendo a las consultas de cuándo, cuánto y en qué momento regar, esta empresa ofrece otro servicio. “La segunda columna es el diagnóstico. El productor tiene que saber cómo funciona su sistema de riego. Mientras más grande el sistema de riego suele haber más problemas. Nosotros le hacemos una especie de radiografía al sistema y le indicamos a dónde tiene los inconvenientes. Puede ser que su bomba no es la adecuada, que los goteros de riego que está poniendo están todos tapados o que hay ciertas partes de la finca que necesitan un riego diferenciado de las otras, por ejemplo”, detalló Caprari.

Por supuesto, hay casos en los que se necesita de la intervención de ambas propuestas. “Hay fincas en las que se entremezclan el diagnóstico y la recomendación ya que ambos servicios tienden a converger porque estás recomendando y a su vez también estás diagnosticando”.

Cuánto cuesta el diagnóstico de riego

Dependiendo de la extensión del terreno y de qué servicios contrate el productor, el presupuesto puede variar entre los $10 mil y los $30 mil aproximadamente. Sin embargo, no se trata de una empresa con fines de lucro, ya que todo lo que recaudan se destina a adquirir más tecnología.

Es importante destacar que actualmente no ofrecen ningún producto como estaciones meteorológicas, sino que es solamente sus servicios, con los que orientan al agricultor también sobre cómo adquirir tecnología que lo ayude. “Hicimos dos veces una incubación de empresa y nos dimos cuenta de que al productor no le interesa comprar un dron o una estación meteorológica. Por eso, a la tecnología la tenemos nosotros como prestadores de servicio. Toda la tecnología desarrollada en estos años la tenemos acá, en nuestro grupo de trabajo. Estamos hablando de drones, sensores, estación meteorológica, computadoras, servidor, todo eso”

Quien contrata los servicios recibe un documento en donde aparecen todas las fallas o las posibles fallas de su equipo de riego, pero también incluye la asesoría de los científicos quienes se sientan con los agricultores para explicarles cada problema y cómo se puede solucionar de forma eficiente.

Su principal investigación se ha basado en los olivos y en mejorar la calidad de la aceituna gracias a las estrategias de riego. También han aplicado sus tecnologías en viñedos y en tomate, aunque aseguran que se pueden adaptar para cualquier tipo de cultivo, ya sea frutales u hortícolas. “Calculamos que en San Juan hay solamente unas 500 fincas que trabajan bien su sistema de riego, y nosotros queremos ayudar a las demás para que puedan desarrollar su potencial”, sentenció Capraro.

Quien esté interesado en conocer más, se puede acercar por el Instituto de Automática de la Facultad de Ingeniería.

Fuente: Diario La Provincia SJ